...he estado repasando mi lista de dolores, y he descubierto que algunos del alma causan heridas inevitables en el cuerpo.Incurables por recónditas.He intentado clasificarlas y en el número uno del dolor y por consiguiente ,la herida perdurable ,está el dolor de la despedida.No hablo del de la víctima,de la abandonada.Hablo del que produce la que decide,la que ejecuta.
Me han dejado ,de manera poco elegante,una o dos y de forma reprochable unas cuantas.Pero el tiempo verbal " han dejado", te pone a salvo porque el planeta entero se solidariza y la mala es la otra y encima casi siempre hay otra más.Pero lo más duro es que aunque no la haya,te la adjudican como única manera de entender esta nueva situación inesperada.Se cuestiona hasta tu apellido, y te llueven calificativos y afirmaciones tan banales como, yo ya lo sabía,se venía venir,estaba cantado....vaya cuadrilla de profetas en paro...
Yo hablo del dolor de la impotencia.Del que reconoce el desamor y la incapacidad de dar aunque se quiera.De la absoluta tristeza que te va invadiendo cuando dejas de hablar,de compartirlo todo,de hacer planes en común,cuando parece que es una extraña que ya no te perdonará jamás porque has arruinado su vida...de ese dolor inmenso,profundo,aterrador que se lo lleva todo y no deja nada para después.El que aniquila tu autoestima y te desnuda ante la vida para la lapidación generalizada.De este dolor que te enseña que, amar y desamar ,tiene un alto precio y que a cambio de sentir hay que pagar en especie personal, hasta agotarte.
Cómo o cuando desaparece sigue siendo un misterio,sólo espero que esta parálisis del sentimiento no sea permanente.De este" agridulce" hablaba cuando os daba la bienvenida al circulo frutal cítrico,tomad buena nota...
Me han dejado ,de manera poco elegante,una o dos y de forma reprochable unas cuantas.Pero el tiempo verbal " han dejado", te pone a salvo porque el planeta entero se solidariza y la mala es la otra y encima casi siempre hay otra más.Pero lo más duro es que aunque no la haya,te la adjudican como única manera de entender esta nueva situación inesperada.Se cuestiona hasta tu apellido, y te llueven calificativos y afirmaciones tan banales como, yo ya lo sabía,se venía venir,estaba cantado....vaya cuadrilla de profetas en paro...
Yo hablo del dolor de la impotencia.Del que reconoce el desamor y la incapacidad de dar aunque se quiera.De la absoluta tristeza que te va invadiendo cuando dejas de hablar,de compartirlo todo,de hacer planes en común,cuando parece que es una extraña que ya no te perdonará jamás porque has arruinado su vida...de ese dolor inmenso,profundo,aterrador que se lo lleva todo y no deja nada para después.El que aniquila tu autoestima y te desnuda ante la vida para la lapidación generalizada.De este dolor que te enseña que, amar y desamar ,tiene un alto precio y que a cambio de sentir hay que pagar en especie personal, hasta agotarte.
Cómo o cuando desaparece sigue siendo un misterio,sólo espero que esta parálisis del sentimiento no sea permanente.De este" agridulce" hablaba cuando os daba la bienvenida al circulo frutal cítrico,tomad buena nota...