para siempre...

me dejas las manos llenas de rabia,
llamo a tu puerta y la casa vacía...
no puedo verte y me mata
qué poco tiempo quedaba...
te díje que volvería...
silencio de despedida y ausencia,
tu nombre con tinta y sin alma,
profundo el abismo de tu distancia...

historia de agua

me subo a tus olas imposibles y navego asustada cresta,espuma y arrecifes...me duelen las manos de agua fría,gélida en este otoño,pero no pienso soltarme...me dan igual tus tiburones y sus dentelladas,que te voy a navegar lo quieras o no...has dejado que tanto tiempo escupa agua dulce que ahora quiero mi parte de sal, y siento que vuelvo a respirar después de tanto tragar remolinos y mentiras,toda la miseria que has echado por la borda...esa boca que tanto quise...

un cuento de frutas

Ha caído en mis manos un cuento de Elena Ferrándiz,"La media naranja",que os recomiendo convencida de que,al igual que a mí,os servirá de inspiración.Yo lo he elegido como título de este blog porque resume perfectamente la idea que buscaba.
En tantas vidas como vivimos,sin duda tropezamos con toda clase de frutas y alguna que otra verdura a las que dedicamos,con éxito o sin él,cantidad de versos,cartas,frases de servilletas o billetes de metro...y en ese momento te parece que la musa es la última,la única,la definitiva...y cuando menos te lo esperas tienes,como yo,cajas y carpetas varias,latas,cuadernos y un sin fin de destinos para tus derrames literarios que acaban en un cajón o en un trastero en el mejor de los casos.
Las hay que presas del arrebato,momento en el que se descubre que no era tan dulce como parecía,tiran con todo privando al mundo de grandes talentos que nunca conocerán ni la luz ni el prestigio que merecen.
Para evitar que se pierda tanto ingenio, he creado este espacio literario para amantes despechadas,correspondidas,olvidadas,amargadas o edulcoradas hasta el exceso... donde podemos poner en común nuestros descubrimientos y leer, en primera persona y hacer propias, experiencias de otras desterradas o bien halladas por cupido, e incluso fusilar, sin piedad ,aquellos textos que se nos tenían que haber ocurrido a nosotras y no a otra, porque,al fin y al cabo,es lo mismo que nos ha pasado.Además siempre podemos cambiar el nombre al final y ver como se le humedecen los ojos al leernos.
Dicen que el estado de gracia te llega cuando te rompen en trizas y que es el desamor ,y no su opuesto, el que inspira...en este punto abrimos puertas y que cada una elija qué y como sentirse y sobre todo cómo expresarse....