...cuando tengas una camisa de Zara en las manos o unos pantalones,un jersey de Mango u otra marca globalizada,debes pensar que por 0,36€ la hora, hay un montón de mujeres cosiendo en Tánger en uno de los muchos talleres elegidos por las grandes firmas para ahorrar en mano de obra.Quizá si comparas su precio con lo que pagas por cada prenda, te des cuenta de que venden caro,demasiado caro para lo que pagan por su confección,para lo que cuesta, a esas miles de mujeres, vivir con sueldos de auténtica miseria.Y hablo de Marruecos como podría hablar de Bangladesh,donde cobran menos todavía, o de las ciudades fábrica de China que escupen toneladas de ropa por minuto.
Inditex se defiende argumentando que tiene protocolos firmados con las trabajadoras para garantizar que se cumplen horarios y se respetan unos mínimos laborales, y emplazan a los países a realizar auditorías sin avisar.La realidad es que sindicarse o demostrar la mínima inquietud en derechos laborales,ya se considera razón suficiente para un despido y en un país musulmán,hablar de sindicatos de mujeres eficaces suena a broma de mal gusto.Cuando llegan los auditores,con o sin sorpresa,todas las mujeres entrevistadas hablan de normalidad en la fábrica,por miedo a represalias y a perder su trabajo,mal remunerado,pero trabajo en definitiva, y si hay alguna menor entre ellas,que aún cobra menos,se la esconde en una caja de cartón,hasta que se van los inspectores... Ahora entiendo cómo pueden cambiar semanalmente las colecciones,como reinventan la moda una y otra vez y cómo ganan dinero a espuertas. Sr.Ortega,debería recordar cómo empezó haciendo batas de señora en A Coruña,cómo media provincia cosía en talleres clandestinos y preguntarse cómo sigue explotando y multiplicando por mil sus beneficios y puede dormir por la noche, agotado después de pasar la tarde en el hipódromo, a medida, que le hizo a su maravillosa hija...
