...las mil y una razones por las que permanezco a tu lado, se suceden en mi cabeza dispuestas a salir en tu defensa cuando creo que me fallas,cuando creo que me he equivocado contigo.E igual que un bálsamo reparador,refresco para las quemaduras de la incomprensión,van cicatrizando lentamente cada herida abierta,preparando mi piel por si surge de nuevo el fuego en cualquier parte.Ese ejército invisible,que pelea y mata por ti, sin piedad alguna,permanece apostado frente a mis murallas,dejando que vayan cayendo uno a uno los pilares de mi seguridad.Arquitectura de intenciones que manejas a la perfección,que me hacen dependiente,que me desnudan a tus caprichos y a tus lokuras.
No existe cura para esta dolencia de alma y cuerpo, a partes iguales, y cuando creo que me libero de piel ,me tienes sujeta por las emociones.Recuerdos que se despliegan como postales en acordeón ,traen a mi memoria los motivos y sus consecuencias.Qué complicado salir sin querer escapar...que fácil dejarse arrastrar hasta la siguiente orilla.
Por eso te voy a pedir un milagro de tus manos ,un gesto que me devuelva la cordura.Quiero que entiendas que es a través de ti cómo tengo sentido y más revelador aún saber, que he sido yo quien te ha inventado...
¡chapó!
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