19 de septiembre de 2011

ikea

...estoy sentada en la cocina.Me gusta este espacio porque realmente es donde habito la mayor parte del tiempo y he acabado instalando aquí  mi oficina.Ya sé que tiene poco glamour pero menos tiene la pinta que llevo y me acojo a eso del anonimato para que ,quienes no me conocéis,me imaginéis estupenda,con un punto decadente más en el look que en mi persona,y con esa pátina de sapiencia que da el haberse tirado todo lo que se movía(risas) y las primeras canas, tipo alambre ,que me he descubierto hace poco...pensaba en la cantidad de cosas que tengo y he ido adquiriendo a través de los años y me estaba preguntando, si podría conseguir también un poco de comprensión, cuando cruzo tu umbral y estás a oscuras y, diga lo que diga, sólo escucho mi propia voz,dilatando el discurso de siempre.Ayer pensaba en mi vida a solas,sin ti merodeándome,rodeándome por dentro y por fuera,y sentía un dolor casi infinito taladrando mi cabeza.Es indudable que te pertenezco consciente y quiero seguir siendo química de tu vida física,pero a veces, no sé qué palabras, suspendidas en el aire,debo elegir para no hacernos daño,para que usemos de nuevo el mismo lenguaje.Esto de estar hasta las trancas tiene ese poder destructor que sólo entiende de todo o nada y a veces se equivoca de pregunta o pide una explicación a destiempo.Y es ahí cuando las chispas que saltan no pertenecen al placer sino al desatino y nos separan kilómetros de distancia sentadas una junto a la otra.La parte que te doy porque quiero, es la mitad de la que me quedo para mí sola. La parte que me regalas está intacta ,como el primer día.He decidido cambiar de puerta a ver si así te asomas sonriendo, como siempre, y enciendes la luz para que no tropiece con la mesa de siempre...

No hay comentarios:

Publicar un comentario