...hoy he hablado de ti.Supongo que nunca te habías imaginado protagonizar este espacio y ya ves...hoy me permito acercarme a tu vida,porque he sentido el mismo miedo que sientes tú ahora ,y conozco la salida y quiero enseñártela.Al menos, a mí me sirvió cuando decidí que ya valía,que quería dejar de sentirme como una mierda.
Cuando dejamos que la luz se apague y, en vez de buscar otra cerilla, nos acostumbramos a la penumbra, es cuando empezamos a descender hacia lo más recóndito de nosotras mismas.Sus palabras recordándote cada día lo poco que eres,o lo poco que vales, se convierten en alimento cotidiano,hasta el punto de que ni las cuestionas ni intentas desacreditarlas.Esa aceptación lenta,que lo va invadiendo todo, acaba confundiendo hasta tal punto, que crees que te lo mereces,que es normal que te hable así porque no has hecho nada bien y encima deberías agradecerle su claridad frente a tu ceguera.Terminas creyéndolo todo y dejándote ir.
Solo el instinto primario de sobrevivir es capaz de detener ese circulo vicioso y, un día cualquiera, descubres que ya no puedes más,que ya basta,que ya es hora de recuperar lo que ha quedado de ti.Y la primera duda se convierte en certeza y te das cuenta de que no,de que ni tu eres tan mala, ni la otra persona tan buena.Que ha conseguido,con el desgaste del tiempo,anularte pero no te reconoces cuando te enfrentas a ti misma y de repente ves de nuevo.Quizá hay que descender del todo para empezar a subir,pero desde aquí te animo a que lo intentes.Poco a poco,sé que duele,pero se puede.Déjate ayudar,siempre hay alguien que está deseando hacerlo y deja de posponerlo todo para otro día.Di no de una vez y esa satisfacción honda de haberlo pronunciado, por fin ,te empezará a devolver un poco de afecto hacia ti misma.Sólo si te perdonas podrás empezar a quererte y a querer a los demás, otra vez.
Te animo a pensar en ti,un poco cada día,pequeña reconquista que te dará como premio la gran batalla,y recuerda , no estás sola...
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