...casi como dos gotas de agua,idénticas,que rebotan alternativamente desde el suelo y salpican los cristales,dibujamos la misma elipse en el espacio al esparcirnos ,al desaparecer.Una sonrisa casi exacta ante lo mismo,preludio de carcajada por tonterías.Intenciones calcadas ante cualquier circunstancia, a favor o en contra,debería preguntarte qué vas a hacer y hacer lo que tu haces, sin tener que pensarlo.Delante de un cuadro nos reencontramos y ante lo obvio ratificamos que sí,que también nos gusta ese pintor por encima de cualquier otro.
A base de sentir ,creer y admirar tantos iguales,me pregunto porqué no me cuentas la mitad de tu vida y yo te cuento la mitad de la mía y construimos una .No hace falta malgastar el tiempo de dos en dos.Tu vive y yo vivo, a medias, y nos entregamos al llegar a casa lo vivido y cerramos el círculo.Mitades de una que nos entregamos, que regalamos sin pedir nada a cambio,ahí la magia del descubrimiento.
Por casualidad recogí tu carta y sin acabar de leer,sabía que me buscabas y que dejaría que me encontraras.Destino sin premeditar que ,al mirar atrás ,comprendes estaba escrito y borrando algún error de ortografía,nos define y nos perfila;partes indisolubles de una epístola escrita con tinta azul.
Para cuando te vayas a dormir, dejaré encendida la luz de la escalera,de tanto tropezar hay marcas de betún en la pared,y una taza de té sobre la mesa.Su aroma a flores decorará la cocina,calor y color de hogar.
Si quieres quedarte ,ya sabes donde dejar tus cosas,si decido marcharme,ya sabes que siempre vuelvo a casa...
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