30 de enero de 2011

made in japan...

...arrasa en Japón y llena estadios en sus conciertos.No envejece porque ni siente ni padece porque es virtual.Tiene dieciséis años dibujados pero se podrán crear con veinte,treinta y hasta cincuenta...
Me pregunto cuanto tiempo falta para que me pueda llevar a casa un holograma a mi medida,estética a parte,que sea capaz de cantarme una canción determinada en vez del ipod,con la ventaja de que baila a la vez y no se cansa.Quizá prefiero que sea menos artista y más persona y me haga solo compañía.Cuando llego a casa y me quedo sola,antes de acostarme, e intento buscarme ocupaciones con tal de no irme a la cama a romperme la cabeza,estaría bien que me diera un poco de charla o simplemente que me sonría un poco para quitarme esa mueca tardía ,de cansancio después de pelear en el trabajo y también un poco en la vida.Si la conversación se puede elegir,quiero que me hable cada día de un tema distinto pero que me haga pensar despacio,que me haga descubrirme y curarme miserias y que me enseñe a vivir,a sentir sin prisa ,a percibir como las emociones se adueñan de mis gestos y me hago mejor.Si no puedo decidir el tema,espero que me haga reír,primero de mi y después conmigo.Que se haga mi compañera y como su virtualidad también tiene bastante de virtud,que no me estimule de piel para que no me confunda y cruce lineas imaginarias y acabe besando al armario.Que me diga lo que piensa ,sin tapujos, que me acompañe a desayunar o me recuerde que he dejado encendida la plancha otra vez.Que llene ese espacio que dejas vacío cada vez que te alejas...

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