...me han traído una tabla de skate.Risas.Pues con mis años y mis ganas, me he subido a ella por primera vez y sin caerme.Voy a hacer un curso,para no coger vicios posturales y porque quiero manejar esa jerga inteligible que usan l@s chaval@s.Además ,como soy previsora y pensando en una lesión casi segura,me he comprado unas mini tablas que hay para los dedos también, y como los manejo mejor,más risas,que las piernas ,si no gano un campeonato de pie para seniors ,seguro que sí consigo un accésit por mis manos...
La carcajada familiar no ha hecho mella en mi ánimo y sé que si consigo deslizarme por las aceras de cualquier ciudad, me habré apuntado otro tanto en la autoestima y quien sabe, lo próximo quizá sea una ola...
Me he preguntado muchas veces qué lleva a nuestro espíritu a sentirse infinitamente más joven que nuestro cuerpo,que empieza a reclamar más cuidados...y como las respuestas no me convencen ,he optado por practicar todo aquello que me devuelva a esos años donde los golpes de la vida, ni los de los adoquines dolían, porque es otra manera de sentir y de recuperar sensaciones adormiladas o emociones que no se pudieron cumplir.Y mientras me miran perplejos los inquilinos de la pista , más aún sus madres,mientras intentan acertar mi edad,me paseo orgullosa sobre mi regalo de navidad con la certeza de que este momento será inolvidable...
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