2 de mayo de 2010

soy yo,ábreme...

...he llamado a un 902 para saber de que va ,porque tenia curiosidad, y me ha sorprendido que me ofrezcan bonos con ofertas de compañía.Pensaba que la crisis no afectaba al calor ajeno, pero veo que si.Me ha atendido una rusa de apellido impronunciable, y me ha seducido desde la primera palabra.Me ha arrastrado con su cadencia de voz y no ha necesitado decir ni una palabra, más de las necesarias, para impresionarme.Y como ya que estaba me la iba a jugar,le he propuesto una cita en persona y me ha dicho que si.Contraviniendo todas las normas,sigo sin entenderlo ,pero ha aceptado.Hemos quedado en una calle céntrica,en un local conocido,porque no las tenía todas conmigo,y en cuanto ha llegado sabía que era ella, aunque es más probable que sea nacional que soviética,pero me ha dado igual.Con un acento peculiar,su castellano ha ido derramándose por la barra del bar y cuando me he querido dar cuenta de la hora,tiempo de la cita,ya había pasado y no he pasado de contemplar su enigmática sonrisa.Me he llevado a casa esa voz,que ahora tiene cara y manos,y no consigo quitarmela de la cabeza.Me ha preguntado ,con cierta osadía,si quiero repetir y el sí se ha pronunciado sólo.No sé qué haré, qué puede pasar la próxima vez, pero estoy segura de que voy a acudir y va a hacer conmigo lo que quiera en ese tiempo.Si consigo que me mire otra vez,como lo ha hecho hoy,se que habrá un encuentro,esta vez sin cámaras...

3 comentarios:

  1. Hace años disfruté de una noche preciosa con una rusa a la que llamo de vez en cuando para escuchar su voz melodiosa. Me has traído a la memoria y a la piel muy gratos recuerdos.
    Tosca

    ResponderEliminar
  2. A mí Rusia me recuerda a Miss Melilla en el concurso de Miss España.
    Porrrrr lo demás, creo que el amor es como las matrioskas,capas y capas y más capas de amor-desamor.

    La Borde que lo Borda

    ResponderEliminar
  3. Hija, como eres, he estado todo el día acordandome de la noche de la consumación con la rusa y me has devuelto a la realidad de mi presente laboral. Eso si, la metáfora tiene su aquél.
    Tosca

    ResponderEliminar