28 de marzo de 2010

caída libre...

...de todas las vidas que vivimos en una,es difícil elegir con cual quedarse.Los recuerdos,sutiles trampas de araña sigilosa,te atrapan al pasar cerca y te atenazan,amenazando las intenciones.En un acto de valentía definitivo, decides deshacerte del equipaje y viajar desnuda,tus ganas como maletas, para llenarlas de nuevo, pero el billete es excesivo para el poco trayecto que tiene el recorrido.Pasan estaciones,una tras otra, y podrías descender en cualquiera ,pero esta vez lo piensas,por primera vez lo piensas.Y dejas detrás lo que fue tu destino aparente, y apilados a montones, contemplas aquellos momentos que se tejieron y te hicieron sentir segura y ahora,frente a un acantilado infinito, te preguntas cómo podrás sobrevivir a esta caída.Lo aterrador de este instante ,es que no es la primera vez que has tenido que saltar, pero ahora pesan más los temores y, aunque siempre puedes apretar los puños, el dolor está garantizado,caigas donde caigas.Da igual quien te recoja para recomponerte ,porque en cada salto al vacío te dejas algo y, después de limpiar bien las heridas, descubres que aquello no sobrevivió al impacto y que tendrás que aprender a vivir sin ello.La única certeza ,esta vez,es que has perdido la agilidad del desconocimiento y cuando ya lo has hecho,cuando desciendes vertiginosamente hacia lo profundo,te juras a ti misma que no volverás a hacerlo,otra vez no...
Y de este aprendizaje a hostias, solo quedará el recuerdo de otra nueva cicatriz que no se sanará, por mucho que alguien intente besarla...

1 comentario:

  1. La diferencia entre un salto grande y un salto pequeño consiste en el tiempo que dura el salto, el miedo a saltar es el mismo.

    La palabra cicatriz ya conlleva no curación,pero la vida consiste en amar, saltar, recomponerse,y vuelta a amar, saltar, recomponerse, hasta que nos vamos.

    La Borde que lo Borda

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