17 de enero de 2010

la jardinera infiel...


...en la casa de al lado tienen un Quercus robur L.,carballo para las amigas,espectacular,quizá el más grande de la zona,y a la criaturita no se le ha ocurrido otra cosa que aprovechar los vendavales de estos días para desvestirse en mi jardín...como si yo no tuviera bastante con mi otoño emocional,para que ahora me tenga que ocupar también del otoño vegetal de mi vecina...mientras recogía unos dos millones setecientas mil cuatrocientas treinta tres hojas,he tenido tiempo de pensar en el paralelismo que existe entre nuestras vidas y la madre naturaleza.Igual que a ella,nos arrancan un día la hojarasca a base de un temporal inmisericorde,nos abrasan con un sol de pelota vasca al día siguiente, para inundarnos durante semanas y desbordar todo lo que encuentran a su paso...pienso en tí,tu sabes...
Este ciclo permanente,a diferencia de lo que ocurre con la biosfera,en nuestro caso te enseña a protegerte para la próxima,o así debería ser,y enfrentar las siguientes isobaras mejor preparadas.A veces un anticiclón inesperado te alegra el día de repente y es en este caso,casi siempre,que te pilla con el forro polar y las botas de agua y te achicharras.Hace tiempo,me dijo una persona muy especial,que siempre había que llevar mucha ropa,en la vida diaria,porque siempre te la podías quitar si era necesario,mientras que si llevabas poca o inadecuada,corrías el peligro de pasar frío o no estar a la altura de la situación.Yo llevo un armario ropero en mi coche y lo único que espero es que el día que me lo pidas,tengas mucha paciencia mientras intento quitarme las capas de cebolla que llevo por si a caso...
Y si no me lo pides,siempre podré repartir mi ajuar entre las mujeres que continuamente se suben a mi coche....von voyage

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