13 de enero de 2010

Lo siento...


...llevo casi dos meses hablando de amor y desamor,como si el mundo girase únicamente alrededor de estas dos palabras y hoy,con lo que ha ocurrido en Haití,me he dado cuenta de que la perdida de amor también se produce por causas completamente ajenas a nuestra voluntad,y esa sí que es difícil de sobrellevar.No se acaba,no te dejan,te lo arrancan de cuajo.
El amor,en mayúsculas,que se desvanece así,sin esperarlo,sin esperanza...ese sí que duele y además lo hace para siempre.No hay duelo,ni consuelo capaz de apaciguar ese golpe brutal que nos posiciona de inmediato en esta vida,enseñándonos su crudeza en el amplio sentido de la palabra.Lo perdemos todo de repente,así por la cara,y por gracia de,quién sabe,y no hay nada más doloroso que no tener respuestas.¿Por qué?
¿Cómo se puede vivir a partir de ahora?,¿dónde estará?,¿no voy a volver a estar a su lado?...preguntas obvias de difícil solución y que inexorablemente conducen al mismo punto.Somos efímeros por definición.Nacemos para vivir y morir con tanta certeza que asusta,y esa claridad nos empuja a buscar la compañía,el apoyo,a constituir un grupo,un refugio que nos defienda de la soledad con la que acabamos marchándonos en silencio...
Dicen que el tiempo lo cura todo pero es mentira.Te distancia de la herida,pero no la sana,quizá la disimula,pero sigue ahí...
Por eso amo la vida y quiero llevarme de ella todo lo que me permita,y si en ese todo me dejo amar,o no,me dejan o no,me es indiferente porque me lo voy a pelear con o sin consentimiento.Cada perdida me dejará una señal en mi tronco,iniciales de los que he amado,y yo seré también una letra en el abecedario del adiós,pero nadie me va a recordar como cobarde,y yo no voy a olvidar a quienes se fueron sin quererlo y menos un día como hoy...desde aquí,desde la humildad con la que he escrito sobre vosotr@s sin conoceros,dejo estas palabras en vuestro nombre,y a quienes os van a echar de menos les digo,que dolerá siempre,pero un poco menos cada día...

1 comentario:

  1. Y lo peor es que siempre ocurre lo mismo: descubrimos de pronto que existe un país que se llama Sierra Leona, Burundi, Indonesia o Haití y miramos su localización en un atlas y nos horrorizamos por la miseria y la destrucción que asola esa región pero al de unos días, Belén Esteban se cae por las escaleras o el Real Madrid gana la Copa del Rey y esos cientos de miles de personas que no tienen nada porque los periodistas se han marchado a cubrir otra noticia y la ayuda internacional ha dejado de llegar, desaparecen de nuestro pensamiento y dejan de existir.

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