9 de enero de 2010

el informe jait

Sarita nunca se pudo imaginar,las consecuencias que iba a tener su libro entre las de entonces adolescentes,hormonando entre el sexo femenino,y menos aún,el efecto irreversible de aquellos descubrimientos.
En aquella época,lo que podría haber sido mi libro de noche, me duró horas porque lo devoré sin piedad y, cada vez que mi madre se acercaba a mis dominios,lo escondía con la certeza de que aquello era doblemente prohibido,por lo del sexo y por lesbiano.
Por primera vez en mi vida,leía cómo dos mujeres se podían amar,hasta entonces se trataba de una verdad inconfesable,y además nadie,que yo conociera,hablaba del tema tan explícitamente.Yo sabía que nos pasaba a muchas pero,a ver quién era la valiente que preguntaba primero...
Aprender no aprendí mucho hasta que lo intenté poner en practica,y claro,entre lo novata que era y el miedo a no estar a la altura,fue todo un desastre.Además,después de leerlo,y consciente de que todas las de tu círculo lo habían leído,no podías ejecutar ninguna maniobra que no se ajustara a derecho,porque luego todo se sabía,y era vox populi o lo inútil que habías sido o lo poco femenina en la interpretación.En un momento como aquel,en el que pesaba tanto lo políticamente correcto,y más entre el feminismo de entonces,era complicado moverse con soltura sin el riesgo a no dar la talla ideológica.
Recuerdo a mi amiga Elísa,cuando decía que estaba harta de que siempre se esperase de ella que fuera tierna,cuando,a ella realmente ,le apetecía ser más ordinaria...el coro de risas no se hacía esperar...
Lo que ahora sé,es que a todas nos gusta básicamente lo mismo.Sentirnos lo más importante en esos momentos y,te lo hagas de pluma rosa o azul,que tu media naranja,jajajaja,sexual,se lo pase estupendamente,y, al final te diga,con ojos de cordero,que has sido la mejor que ha pasado por su cama...algunas te mienten, seguro...
Y hablo de colores porque haberlas hailas,y resulta conmovedor ver como sin ropa nos transformamos y nos manifestamos sin dobleces,tal y como nos nace.Algunas ya dan pistas en la primera cita,y,cuando te llevan a casa,se muerden el labio inferior,al meter la marcha atrás en el parking,y ya te imaginas lo que te espera...siempre me ha resultado muy excitante ese gesto.
Otras,que parecen que se van a dejar hasta la extenuación,te arrancan la ropa,según cierras la puerta y te convierten al "ismo" que tu quieras...
Las hay parlanchinas,y no sabes si decirle que se calle o que hable más rápido,y las hay góticas que no abren la boca y no te orientan nadita,y nunca sabes si les está gustando o están pensando en su ex...
Demasiado jóvenes te hacen dudar de los motivos por los que están contigo,y si son mucho más mayores,resulta obvio.
Pero como hablamos de sexo,y la humedad no tiene edad,en todo caso cantidad,pues como que todas seguimos queriendo lo mismo.Y como jugamos con la ventaja de que nuestros cuerpos son iguales,no tenemos que investigar huecos ni recodos,porque conocemos el momento perfecto en el sitio perfecto...y encima o debajo,en horizontal o de espaldas a la pared fría de un baño,eso me encanta,sabemos como alegrarnos el día,y no necesitamos de tamaños ni proezas,solo sexo del de verdad,sin artificios...bon apetit...

1 comentario:

  1. Me ha encantado este canto al hedonismo. Siempre es agradable escuchar -en este caso, leer- a una mujer que habla de sexo sin noñería y tampoco revistiéndolo de algo místico. Además, con sentido del humor, mejor que mejor.
    Con mi modesta experiencia, me gustaría decir que me sigue fascinando la diversidad dentro de un todo que parece que siempre es igual -al menos en su estructura externa: planteamiento, nudo y desenlace- pero que se manifiesta de infinitas formas en la intimidad de cada momento. Resumiendo: la muerta al hoyo y la viva al bollo.

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